Luis XIV, uno de los más destacados reyes de la historia francesa, consiguió crear un gobierno absolutista y centralizado, hasta el punto que su reinado es considerado el ejemplo de la monarquía absoluta en Europa. Este utilizó los postulados de la Teoría de Origen Divino para su reinado. La Teoría de Origen Divino, o la T.O.D. es aquella que fundamenta la justificación en la monarquía en la elección de Dios para poder evitar el caos en la sociedad del hombre. Dios establece la figura del monarca como aquel que debe imponer el deber al súbdito porque hay un caos. Dicho monarca crea una sociedad absolutista ordenada. Dios crea una institución de paz. Los hombres tienen que someterse a la paz divina. No existen los derechos, solo el deber.
No fue sino hasta que muere el Cardenal Mazarino quien asumió el control del gobierno de Francia cuando muere Luis XIII, que Luis XIV expresa su determinación de ser un “verdadero rey y el único gobernante de Francia”. Para esto, reestructuro la maquinaria política central del gobierno y la hizo parte de su propia corte y de su propia casa en Versalles. Con esto, logró tener un control casi absoluto sobre las áreas tradicionales del poder monárquico, la formulación de la política exterior, hacer la guerra y la paz, la afirmación del poder civil de la corona contra cualquier autoridad religiosa y la habilidad de recaudar impuestos para completar todas sus deseos. Luis XIV puso en práctica el lema llamado “Un rey, una ley y una fe” y por ende no quiso que los protestantes practicaran su fe en la mayormente católica Francia. También, promulga el edicto de Fountainbleau que destruye iglesias hugonotas y la clausura las escuelas protestantes. Esto hizo que más de 200 hugonotas abandonaran Francia.
Para poder financiar la construcción de Versalles y otros palacios, el mantenimiento de la corte y las guerras que inició, asignó a un controlador general para aumentar las riquezas y el poder de Francia a través del mercantilismo. Para disminuir la necesidad de las importaciones y aumentar las exportaciones, expandió la cantidad y mejoró la calidad de los bienes de manufactura francesa. Dio privilegios especiales como la eliminación de impuestos y ayuda a quienes establecían nuevas industrias. Para mantener alejada a la nobleza de asuntos de gobierno y mantener un control absoluto, creó la corte de Versalles. Esta estaba localizada en un enorme palacio en el cual vivían los miembros del gobierno y miles de nobles franceses. En ella se hacían muchas actividades de la corte, además de variadas formas de entretenimiento que evitaban que los nobles interfirieran con las políticas del rey ya que estaban distraídos con tantas diversiones. Como parte de su política de expansión, Luis XIV inició cuatro guerras entre 1667-1713 en contra de países vecinos. Estas guerras causaron un descontento en el pueblo por impuestos excesivos que tuvo que aplicar para financiar sus guerras y el mantenimiento de la corte que estaba ajena a todo lo que le sucedía al pueblo. Esto causo que el pueblo perdiera su admiración, confianza y respeto en su rey, Luis XIV.
En conclusión, durante el gobierno de Luis XIV, este manifestó muchas de las características de la Teoría de Origen Divino. Como por ejemplo: implanto una sociedad absolutista, busco la expansión territorial con sus guerras y desarrollo la base de la economía con el mercantilismo. También, busco que la única religión en Francia fuera la católica. Pero su ambición de poder hizo que al final de su reinado su pueblo pasara miseria, hambre, pobreza y quedara rodeada de pueblos enemigos.
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